Super Mario 3D All-Stars – Análisis

Nota: Como de estas tres aventuras ya se ha dicho todo lo que se tenía que decir numerosas veces, en este análisis vamos a centrarnos principalmente en el trabajo de conversión que se ha realizado, así que si queréis profundizar en los juegos como tal y en los motivos por los que se consideran referentes de su género, os animamos a que le echéis un vistazo al reportaje que les dedicamos para desgranar sus principales claves.

Mario es pura historia del videojuego. El fontanero de Nintendo es un personaje que desde sus orígenes como Jumpman ha revolucionado numerosas veces la industria, impulsándola en nuevas direcciones que han ayudado a convertir este hobby que tanto amamos en un auténtico fenómeno de masas. Pero, sin duda, el momento en el que lo cambió todo fue hace 35 años, cuando protagonizó Super Mario Bros. para NES, un título que, al igual que muchas de sus aventuras posteriores, resulta imprescindible para entender cómo hemos llegado hasta aquí y por qué los juegos son como son hoy en día, motivo por el que se ha convertido en el icono más famoso y representativo del ocio digital.

Videoanálisis

Como no podía ser de otro modo, Nintendo va a celebrar el 35º aniversario de semejante obra maestra con el lanzamiento de multitud de juegos, dispositivos, eventos y productos de merchandising que irán llegando entre este mismo mes de septiembre y marzo de 2021. El pistoletazo de salida a todo esto lo tenemos ya entre nosotros y se trata de Super Mario 3D All-Stars, un recopilatorio que nos permitirá disfrutar en Switch de tres de los mejores juegos de nuestro fontanero favorito en un formato que se queda lejos de hacerles justicia.

Redescubriendo los espectaculares inicios de Mario en la tercera dimensión

Así pues, nos encontramos ante un pack que trae consigo tres aventuras prácticamente imprescindibles para cualquier amante de los videojuegos: Super Mario 64, Super Mario Sunshine y Super Mario Galaxy. Como muchos sabréis, no estamos hablando de unos juegos cualquiera, ya que todos ellos tienen una calidad incuestionable, especialmente 64 y Galaxy, dos obras maestras atemporales que, cada una a su manera, marcaron un punto de inflexión en la industria.

La buena noticia es que se siguen jugando y controlando de fábula a pesar de los años que han pasado, y el diseño de sus mundos y niveles es tan rematadamente bueno que poco o nada tienen que envidiar a las producciones actuales, por lo que da igual que esta vaya a ser vuestra primera vez con ellos o que los vayáis a rejugar por enésima vez, pues siguen divirtiendo como el primer día, lo que deja claro el apabullante trabajo que realizó Nintendo en su momento y el mimo y cuidado con el que siempre han tratado los juegos principales de Mario.

Por desgracia, todo este cariño del que acabamos de hablar no se ve por ninguna parte al hablar de la conversión que se ha llevado a cabo, ya que la compañía ha ido a lo fácil, rápido y barato para dejarnos con un producto que no podríamos ni llamar remasterización. De hecho, se han tomado muchas decisiones cuestionables, empezando por lo mucho que decepciona que se haya dejado fuera a Super Mario Galaxy 2 sin motivos aparentes o lo sangrante que resulta que su venta se vaya a limitar solo hasta el próximo mes de marzo, fecha en la que desaparecerá tanto de las tiendas físicas como de la propia eShop, algo incomprensible y que no vamos a entender por más veces que nos lo intenten justificar.

Sin duda, es una alegría poder disfrutar de estos juegazos en Switch, una plataforma que facilita muchísimo el acceso a estas aventuras a quienes se las perdieran en su momento o no quieran tener que lidiar con las incomodidades habituales de desempolvar sus antiguas consolas, por lo que no se entiende que se pretenda limitar esa accesibilidad a tan solo seis meses, y menos cuando se tratan de unos juegos tan importantes y que han supuesto tantísimo para la industria.

Super Mario 64

Centrándonos ya en las conversiones que se han realizado de cada juego, comentar que Super Mario 64 se basa directamente en su edición Shindou, una segunda versión que se lanzó originalmente en Japón para añadir compatibilidad con el Rumble Pack, incluir un curioso secreto en la pantalla en la que podíamos modificar la cara de Mario, solucionar ciertos errores de programación e implementar leves mejoras jugables.

¿Esto qué significa? Que nos podemos olvidar por completo de todos los contenidos extras que incluyó Super Mario 64 DS, de una traducción al español (los textos están en inglés) y de cualquier atisbo de lavado de cara gráfico que se os pudiese ocurrir, ya que no se han tocado lo más mínimo los modelados y escenarios del original de Nintendo 64, manteniendo incluso el formato de pantalla de 4:3.

El único cambio “destacable” que hay lo tenemos en su resolución, la cual ha sido aumentada hasta los 720p tanto en sobremesa como en portátil, haciendo que todo se vea mucho más nítido y detallado, además de mostrar unos colores más vivos y unas texturas ligeramente retocadas para que luzcan en condiciones en HD. Eso sí, esto también hace que sus defectos originales sean mucho más visibles y notorios que antes, como su limitada distancia de dibujado o el recorte de polígonos en el modelado de Mario cuando se aleja demasiado de la cámara, pequeños detalles que se podrían haber arreglado y que nos dejan claro el perezoso trabajo que se ha llevado a cabo con esta conversión.

Y ojo, todo lo comentado es algo que también se aplica a lo jugable, pues el control de la cámara no se ha actualizado y sigue manteniendo su movimiento por tramos, probablemente lo único que podríamos decir que no ha envejecido del todo bien de esta revolucionaria obra maestra, ya que, por lo demás, no le podemos poner ni una sola pega a su manejo, estructura ni diseño de niveles.

Es una auténtica pena que Nintendo no se haya tomado más en serio el relanzamiento de este clásico, ya que pedía a gritos un tratamiento mucho más ambicioso que actualizase por completo su apartado audiovisual, recuperase todos los extras de la versión de Nintendo DS y terminase de pulir un juego que ya de por sí es prácticamente perfectoVenir de Tragamonedas Gratis Online. Al final, la sensación que nos queda es la de encontrarnos ante una oportunidad perdida de hacer la edición definitiva de este juegazo, aunque al menos nos queda el consuelo de que sigue siendo tan bueno y recomendable como el primer día.

Super Mario Sunshine

En lo que respecta a Super Mario Sunshine, decir que esta es la primera vez que se relanza desde su estreno original en GameCube, lo que supone una noticia fantástica para todo aquel con ganas de descubrirlo o rejugarlo. Como bien sabréis, se trata del peor de los tres títulos del recopilatorio, o mejor dicho, del “menos bueno”, ya que se queda lejos de alcanzar los niveles de brillantez de 64 y Galaxy por culpa de ciertas decisiones de diseño que no estuvieron muy inspiradas. Eso sí, que no sea tan redondo no quiere decir que no estemos ante un gran juego que merezca toda nuestra atención, ya que recorrer Ciudad Delfino y sus diferentes mundos mientras hacemos todo tipo de cabriolas gracias al A.C.U.A.CVenir de Tragamonedas Gratis Online. sigue siendo un auténtico placer.

Como podréis intuir por lo que os hemos comentado de Super Mario 64, aquí tampoco encontraremos grandes mejoras técnicas más allá de una subida de resolución hasta los 1080p en sobremesa (720p en portátil) y su adaptación a un formato de pantalla panorámico, probablemente el cambio más destacable de todos, ya que no se aprecian mejoras de ningún tipo ni en las texturas, ni en los efectos, ni en los modelados ni en los escenarios.

Todo se ve prácticamente igual que en GameCube y no hay nuevos contenidos de ningún tipo. Eso sí, en lo jugable se han tenido que hacer algunos sacrificios para adaptar su peculiar sistema de control a las posibilidades de Switch. Por supuesto, nos referimos al uso del A.C.U.A.C., el ingenio mecánico del Profesor Fesor que Mario lleva a su espalda y con el que puede lanzar agua para realizar todo tipo de movimientos, resolver puzles de diversa índole y enfrentarse a sus enemigos.

Como muchos recordaréis, en el original podíamos expulsar agua de dos formas distintas gracias a los gatillos analógicos, algo que resultaba muy orgánico y natural. Para solucionar el problema de que ni los Joy-Con ni el Mando Pro tienen gatillos de este tipo, en Nintendo han apostado por dividir las dos formas de lanzar agua (moviéndonos o quietos mientras apuntamos) en dos botones, algo que no resulta tan intuitivo ni satisfactorio, pero que sirve para resolver la papeleta.

Lo que sí que resulta más decepcionante es que no se haya incluido compatibilidad con el mando de GameCube para paliar esto y replicar de forma más fiel el sistema de control original, otra muestra más de la desidia con la que se ha tratado esta conversión. De hecho, tampoco esperéis mejoras en su rendimiento, pues la tasa de imágenes por segundo se ha mantenido en 30 fps con las mismas caídas que sufría en la consola de 128 bits de Nintendo. Para rematar, las secuencias de vídeo se ven ligeramente borrosas.

Super Mario Galaxy

Finalmente llegamos a Super Mario Galaxy, toda una delicia plataformera con la que la compañía de Kioto firmó uno de sus trabajos más redondos e inolvidables. Este es el juego que menos retoques ha recibido y a nivel técnico podéis esperar la misma aventura que ya disfrutasteis en Wii, pero con una resolución de 1080p en sobremesa y 720p en portátil. No esperéis mejoras gráficas más allá de esto porque no las vais a encontrar y, de hecho, sus pocos vídeos no se ven del todo nítidos, un problema que comparte con la conversión de Sunshine.

Lo más interesante en este caso sería su sistema de control y cómo se ha adaptado a la híbrida de Nintendo. Por un lado tenemos los Joy-Con, sin duda, nuestro método de control favorito, ya que replica de maravilla las sensaciones que tuvimos jugando al original con Wiimote y Nunchuck. Quizá notéis que le falta algo de recorrido al stick, pero en líneas generales se controla de maravilla y nos permite realizar con total comodidad todas las acciones que requerían control por movimiento. Es más, se ha añadido un botón para hacer los giros, así que no estaréis obligados a sacudir el mando para ejecutar esta acción, aunque sigue siendo una alternativa válida.

Otra opción sería usar el mando Pro, aunque esta nos ha convencido algo menos al tener que moverlo constantemente con las dos manos, lo que se hace un pelín incómodo y muy poco práctico, especialmente cuando toca superar ciertos minijuegos. Por desgracia, la peor parte se la lleva el modo portátil, ya que aquí se combinan controles táctiles con control por movimiento para determinadas pruebas, algo que, sinceramente, no funciona. Vais a echar en falta una tercera mano para recoger el polvo estelar de los escenarios y apuntar a los enemigos, y los minijuegos os obligarán a mover toda la consola, dificultando tanto el control como la visión de la pantalla, así que os recomendamos evitar jugar de esta manera siempre que podáis.

Una colección escasa de extras

Más allá de los tres juegos incluidos y de la sangrante ausencia de Super Mario Galaxy 2, otro de los puntos más decepcionantes de este recopilatorio lo tenemos en su falta de extras. Lo único que encontraremos más allá de los propios títulos será un reproductor para disfrutar de sus maravillosas bandas sonoras al completo, pero no hay nada parecido a un museo o una galería con bocetos, artes, ilustraciones, documentos, entrevistas o vídeos que nos muestren cómo fue el desarrollo de unas obras tan importantes como estas, algo que nos parece necesario cuando se trata de una colección que llega para celebrar los 35 años de una de las sagas más aclamadas e influyentes de la historia de los videojuegos.

Conclusiones

A pesar de lo duros que hemos sido con Super Mario 3D All-Stars, se trata de una colección que nos resulta imposible no recomendar. Sí, como recopilatorio y remasterización deja que desear y se podría haber hecho muchísimo mejor, pero eso no quita que estemos hablando de tres juegos que incluso sin retoques de ningún tipo siguen siendo imprescindibles y muy superiores a la gran mayoría de producciones que se pueden encontrar en el mercado. Un trío de aventuras únicas que ahora por fin podemos jugar en alta definición y sin problemas de ningún tipo en una consola accesible y actual, algo que por sí solo ya justifica de sobra su compra para cualquiera que esté mínimamente interesado en disfrutar por primera vez de estas joyas o quiera redescubrirlas nuevamente tras tantos años. Es una pena que Nintendo no le haya dado a este icono el tratamiento que merece para celebrar una fecha tan señalada, pero incluso así, ha sido más que suficiente para recordarnos por qué Mario lleva más de 35 años levantando pasiones y marcando a numerosas generaciones de jugadores con juegos que rara vez encuentran rival.

Hemos realizado este análisis gracias a un código de descarga que nos ha facilitado Nintendo.